
Domar y respetar son términos antagónicos no existe la doma respetuosa de un animal, eso es sólo un eufemismo.
La doma no respeta al animal, ya que fue creada y se la utiliza para someterlo, o sea, para que obedezca o acepte y dejé de manifestar su parecer, muchas veces su sentir y hasta su subjetividad. ¿Por que sería así? Bueno, una de las razones, con los caballos por ejemplo, es que la monta produce dolor, daño o incomodidades (a causa de estos o todo junto) y para que un animal sano no huya o se resista a un tratamiento doloroso o incomodo, debe ser en definitiva «enseñado a que no tiene otra opción» o sea de alguna manera debe someterse. Es ahí donde aparece la doma. Estas metodologías no pueden llamarse siquiera educativas, pues carecen de propósitos dialógicos o emancipadores. La doma no brinda al animal ningún tipo de ayuda ni herramienta que le permita ser escuchado o comprendido, ser entendido o respetado. Le quita, en definitiva la capacidad de hacerlo, agregándole también inseguridad e indefensión, volviéndolo reactivo, en el menor de los casos, e inexpresivo y subordinado y, en el peor de estos, quebrantado y degradado.
Hay diferentes maneras de usar el lenguaje, compartir ideas y emociones, coordinar accionares conjuntos entre los individuos, también podemos usarlo para intentar describir la realidad o incluso para manipular a los demás.
En el mundo de la hípica dicen muchas cosas que no son ciertas; algunos simplemente repiten, otros mienten. Hay discursos que son muy engañosos, no sólo por la desinformación que generan, sino por su falta de veracidad. Con las palabras y los conceptos, algunos tergiversan la información o simplemente la ocultan. Como ven, también yo, sé jugar con las palabras, pero lo que escribo no carece de veracidad, no desinforma, ni oculta. Con cada cosa que escribo o digo intento aportar a la reflexión y al conocimiento de quienes me escuchan o leen.
Ahora que nos vamos dando cuenta de lo que Domar significa, agreguenle a esa palabra el adjetivo que quieran, o combínenla con cualquier otra expresión, y se darán cuenta de cuánta tristeza, cuánta ironía, cuántas falacias y cuánta confusión se puede crear jugando con las palabras.
David Castro
@elsilenciodeloscaballos